La Agencia de Viajes Argentina
Lunes 18 de agosto de 2008
Los guías porteños en pie de rebeldía
Un nutrido grupo de guías se opone al al nuevo mecanismo fijado en la Ciudad de Buenos Aires para habilitarlos como tal. Prometen que se resistirán a la olbigación de un examen de evaluación y advierten que podrían faltar guías. Por su parte, la Aguitba defiende la ley y señala que decantará en una jerarquizaciónde la profesión. Alertada de los coletazos que podrñian repercutir en las agencias, la Aviabue se mostró inquieta y pidió un informe a sus abogados para fijar posición.
Por Juan Scollo
El colmo de un guía de turismo sería andar desorientado. Pues bien, ese es el sentimiento dominante en una parte considerable de estos profesionales e idóneos porteños frente a la entrada en vigencia de la nueva regulación de la actividad en la Ciudad de Buenos Aires. Aunque la disparidad de criterios es tal que en medio de esa neblina resulta difícil entrever cómo se canalizará finalmente el malestar.
Sucede que mientras la Asociación de Guías de Turismo de Buenos Aires (Aguitba) está de acuerdo con la ley, otros grupos independientes se preparan para resistir. Y es en esta beligerancia expresada en blogs, correos electrónicos y reuniones espontáneas ad hoc donde surgen posturas que presagian un contagio de los problemas "gremiales" propios al resto de la actividad.
Por caso, el viernes en un encuentro caliente convocado por guías que no responden a la Aguitba (asistieron cerca de 150 personas) se trató de unir voluntades para presentar un recurso de amparo que frene la nueva regulación, pero también se escucharon voces proponiendo un paro de actividades o bien abstenerse de realizar el examen que impone el gobierno porteño para otorgar la habilitación. "Buenos Aires no tendría cómo cubrir este servicio cuando en noviembre lleguen cinco cruceros al mismo tiempo, por ejemplo. Ahí sí va a ser un problema para las agencias", disparó uno de los asistentes al meeting.
Los ecos de este alboroto ya llegaron a las agencias minoristas. De hecho el tema suscitó una reunión de empresas receptivas en la Aviabue. Su titular, Fabricio Di Giambattista, sostuvo que todavía no hay una posición fijada al respecto, aunque reconoció la inquietud al aformar que se pidió un informe a los abogados de la entidad para evaluar los próximos pasos a seguir frente a una situación que de una u otra manera afectará a las agencias porteñas.
COLETAZOS.
Para algunos las restricciones impuestas para acceder a la habilitación resentirá la oferta de guías en el mercado. "Ya hay algunas agencias que para evitar multas les avisaron a sus guías que aquellos que a partir del 31 de octubre (fecha fijada para la primera evaluación) no tengan su credencial no van a poder seguir trabajando. Entonces, no sé de dónde los van a sacar, ya que incluso actualmente en temporada alta están faltando profesionales. No me quiero imaginar que pasaría si la cantidad disponible se reduce a la mitad", explicó María Laura Lorenzo, quien coordina un blog de un grupo de guías regulares de Buenos Aires (Agreba). Según la profesional, muchos idóneos o estudiantes a punto de recibirse que se desempeñaban como tal quedaron fuera del registro -la fecha límite para ellos era el 28 de mayo- ya sea por no enterarse a tiempo o sobre todo por no poder acreditar dos años de labor. "Hay un montón de chicos que trabajan en negro para agencias a los que nunca les pidieron facturar, que ahora se van a quedar sin trabajo", explicó Lorenzo.
Por su parte, la Aguitba difiere en su análisis sobre cómo impactará la cuestión en las agencias. Su titular, Mario Menéndez, sostuvo que es evidente que el mercado está bien abastecido: "Si realmente faltaran se publicarían avisos en los diarios y revistas especializadas solicitándolos. Y eso no ocurre. Además, año a año egresan guías de más de 70 escuelas en todo el país". En cambio Menéndez considera que lo que sí modificará la nueva reglamentación es la relación con las agencias: "El hecho de que haya una jerarquización de la profesión va a repercutir en una jerarquización de ls remuneraciones. Así también se va a producir un blanqueo de todo el movimiento comercial. Es decir, por cada guía la agencia tiene 40 pasajeros, un traslado, noches de hotel y un montón de servicios que si el guía no facturara seguirían estando en negro".
Asimismo Menéndez aclaró que en cinco años que lleva hablándose de la ley es imposible que algún idóneo no se haya enterado del vencimiento para inscribirse en el registro. Respecto a los que no pueden comprobar dos años de facturación señaló: "¿Recién ahora se acuerdan que estuvieron trabajando en negro? Era responsabilidad de ellos pagar los impuestos".
LAS CAUSAS.
De acuerdo a la ley 1264, sancionada en diciembre de 2003, modificada tres años después y reglamentada días antes de la asunción del actual gobierno porteño, los guías que quieran trabajar en la Ciudad deberán darse de alta en un nuevo registro obligatorio y rendir a partir del 31 de octubre un examen habilitante. Los idóneos sólo podían anotarse hasta el 28 de mayo, tras lo cual sólo tienen la posibilidad de inscribirse auqellos que tengan título de guía en turismo.
Entre otras, la piedra de la discordia desde el punto de vista de los profesionales e idóneos con vasta experiencia es justamente la obligatoriedad de rendir el examen de evaluación profesional. Sostienen que así se les vulnera el derecho al trabajo adquirido por tener en su haber un título oficial reconocido a nivel nacional, postura compartida por las propias casas de estudio.
Pero el rosario de críticas también se extiende a la idoneidad de quienes desde el Ente Turismo de Buenos Aires diseñaron el temario de la evaluación y su material bibliográfico (un extenso trabajo de casi 700 páginas). Por ejemplo, un ex presidente de la Aguitba enumeró cerca de 50 errores "unos preocupantes, otros desopilantes" en el capítulo referido a los Barrios Porteños.
Si bien desde la Asociación lamentan que los profesionales tengan que dar el examen, sostienen que ya son varias las jurisdicciones que imponen el mismo requisito para habilitar a los guías: Tierra del Fuego, Río Negro, Chubut, San Rafael (Mendoza) y Mar del Plata, entre otras.
Lo cierto es que el clima de ebullición de quienes son la cara más visible de la Ciudad está lejos de aquietarse, y que de no reencauzarse podría derivar en problemas ya no subterráneos para el receptivo porteño.